La española que con sus joyas en forma de churro o corteza de árbol triunfa en Londres y París

La buena energía de Julia Muñoz es contagiosa. Desprende luz, como sus joyas. «Antes muerta que sencilla» dice mientras le pide a la maquilladora marcar un poco más el eyeliner. Lleva un enorme collar y tantas pulseras que parece una faraona, «Egipto es mi mayor fuente de inspiración», asegura. Decidió dar rienda suelta a su vena artística creando su propia firma de joyería, ocupación complementaria a su exitosa trayectoria como anticuaria en Francia, mundo al que llego de la mano de su marido, Horacio Portuondo. Leer

Entradas recomendadas